El juego teatral es un muy buen recurso para invitar a niños y niñas a explorar sus fantasías.
¿Por qué no poner sus deberes a un lado por un momento y revisitar sus propios sueños y los de sus estudiantes?
Al cerrar los ojos y pedir que cierren los suyos, todos ustedes pueden pensar en sus sueños. Después de esto ustedes pueden representar los sueños haciendo mimo, o pueden hacer una obra de teatro o una exposición con dibujos sobre estos sueños.
Isla de la fantasía
Estamos recomendando un rápido juego teatral llamado La isla de la fantasía, que anima a niños y niñas a compartir y explorar sus sueños para el futuro.
La isla de la fantasía demuestra que diseñar las propias obras de teatro no tiene que ser tan difícil, y que niños y niñas pueden utilizar sus propias ideas como punto de partida. ¡También es muy divertido y ayuda a reforzar el espíritu de equipo!
En pequeños grupos de al menos cinco niños y hasta quince, una niña explica una escena, una fantasía, que le gustaría representar. Por ejemplo, una escena en la que la niña es una cantante famosa, obtiene su propia casa, consigue una maestría, se casa, es elegida como presidente, etc.
La niña dirige la escena con su grupo, hasta que esté convencida de que es una buena representación de su fantasía. El grupo desarrolla la escena con la niña y ella hará el papel de sí misma.
Otro ejemplo. Una fantasía de un estudiante es ganar una medalla de oro en los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos. En la carrera el/ella vence a dos famosos deportistas estadounidenses. Todos en el grupo deben de tener un rol. Un niño puede hacer el comentario del periodista emocionado mientras retransmite por la radio. Otra actúa como cámara filmando la carrera para la televisión nacional. Otra es el fotógrafo deportivo. Otros actúan como parte del público ovacionando.
Cuando todo el mundo sabe su papel, la carrera pasa a la acción en cámara lenta. Tal vez la escena termine con el ganador recibiendo su medalla en el podio. Es importante que a niños y niñas se les de libertad para actuar cualquier fantasía que elijan, siempre que no implique el abuso de otros.
¡Con la educación social y financiera, vamos a hacer un viaje en barco, donde vamos a explorar nuestros sueños y, quizás, a hacerlos realidad!
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