No creo que puedas encontrar muchas personas que no estén de acuerdo con que el ahorro es una habilidad importante. Incluso aunque no seamos muy buenos en eso, la mayoría de nosotros trata de ahorrar. Sin embargo, cuando hablamos en enseñar a los niños cómo ahorrar o administrar el dinero, muchos adultos se sorprenden.
Argumento típico es que "Los niños deben jugar libremente y no tener que pensar en el dinero hasta que sean mayores". Sin embargo, si te sientas a charlar con un grupo de niños y niñas es posible que te sorprendas al descubrir lo mucho que ya saben sobre el tema y su interés en él.
Preservar cosas que valoramos es instintivo, y no debe ser visto como algo impuesto desde afuera por los bancos.
Ayudar a los niños a aprender la disciplina del ahorro es algo que, lo más probable, te agradecerán cuando crezcan. Sin embargo, nuestras propias ansiedades de adultos sobre los bancos que explotan a los niños y niñas pueden impedir que hagamos algo. Puede ser útil empezar por recordarnos a nosotros mismos que cuando hablamos de ahorro no necesariamente estamos hablando de dinero. Podríamos estar hablando de alimentos, agua, electricidad, tiempo... Cualquiera que sea un padre/madre, o que trabaje con niños se habrá dado cuenta de que es un impulso natural de los niños guardar o recoger cosas que son importantes para ellos. Preservar cosas que valoramos es instintivo, y no debe ser visto como algo impuesto desde afuera por los bancos. Aquí les dejamos un ejercicio rápido para hacer con los niños que puede conducir a una discusión o taller sobre el ahorro.
Caja mágica
Pide a los niños o niñas encontrar un lugar por su cuenta, para sentarse y cerrar los ojos.Que imaginen que hay una caja frente a ellos. ¿Qué aspecto tiene? ¿Es grande? ¿Pequeña? ¿De qué está hecha? Procura que los niños mantengan los ojos cerrados, y pídeles que sigan la forma imaginaria de la caja con sus manos. Ahora pídeles que abran la caja. ¿Hay un candado? ¿Necesitan una llave? ¿Cómo se abre la caja? ¿Qué hay dentro de la caja? ¿Cómo se sienten? ¿Tienen una conexión con el objeto en el interior? Si ellos quieren, pídeles que recojan el objeto en sus manos y que lo sientan. ¿Es pesado o liviano? Pídele a los niños que pongan el objeto de nuevo dentro y que cierren la caja. Pídeles que abran sus ojos.
Retroalimentación y discusión. Pídele a los niños que se formen en parejas y compartan con el otro/a el aspecto de sus cajas, ¿cuál era el objeto, y a quién, si a alguien, les recordó el objeto, etc.?
Nota: Anima al grupo a imaginar el más mínimo detalle. Promueve esto a través de preguntas específicas sobre la caja y el objeto.
TOMADO EN: http://aulascreativas.net/
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